Por Fernando Roldán
Abordar la cuestión empresarial es imprescindible a la hora de plantearse la sustitución del modelo productivo capitalista por uno más justo y humano.
Primero debemos de explicar brevemente cómo funciona la empresa capitalista actual. En el modelo capitalista la empresa pertenece al propietario del capital, ya sea este un individuo o un grupo de accionistas. El trabajador es un mero asalariado ya que vende su fuerza de trabajo por un salario que no se corresponde con el valor de lo producido; además de no poder acceder a los beneficios conseguidos con su esfuerzo.
Sobre esta visión individualista de la empresa y de la propiedad se sustenta el sistema capitalista, siendo el origen de los males que padecen los trabajadores.
¿Cuál es nuestro modelo de empresa?
A diferencia del sistema capitalista nosotros afirmamos la supremacía del trabajo sobre el capital. El capital se trata de un instrumento económico subordinado siempre al trabajo; por tanto el poseedor de capital nunca tendrá la propiedad de la empresa.
La propiedad de la empresa recae en todos los trabajadores que integran esta, siempre organizados dentro de la rama sindical correspondiente. Los trabajadores pasarán de ser simples asalariados a ser copropietarios, adquiriendo una nueva personalidad jurídica.
La capitalización de la empresa se realizará a través de la aportación de los trabajadores y de la parte de la plusvalía destinada a tal fin. Los trabajadores no sólo poseerán los medios de producción y la plusvalía; también podrán votar y elegir al congreso de administración, aprobar o rechazar balances y demás cuestiones relacionadas con la gestión de la empresa, todo ello sin dejar de lado sus obligaciones como trabajador.
Para poder implantar este sistema el estado establecerá una serie de directrices y actuará dependiendo del origen de la empresa:
-Si se trata de una empresa legítima y se ajusta al marco legal establecido se le ofrecerá al actual propietario formar parte de la empresa como un socio más, recibiendo la retribución que merezca. Si no acepta esto último el estado procederá a indemnizar al propietario y cederá la empresa a sus trabajadores.
-Si el origen de la empresa es ilegítimo se procederá a la expropiación de la empresa y se tomarán las medidas legales pertinentes contra el anterior propietario y la directiva de la empresa.
-Las empresas pertenecientes a sectores estratégicos de la sociedad (energéticas, servicios, telecomunicaciones, etc.) serán nacionalizadas, independientemente de si poseen carácter deficitario o no.
Esta serie de medidas eliminarán por completo el capitalismo interno empresarial, creando un modelo autogestionario donde el trabajador no será un simple número ligado al capital por una nómina sino el principal director de la economía nacional y la base de nuestro sistema.
Posted via Blogaway
La empresa nacional-sindicalista es la óptima para la justicia-social pero no se si
ResponderEliminarFuncionaría si el estado no es nacional-sindicalista