Desde la
instauración de la monarquía borbónica, España se encuentra en
una profunda decadencia generada por la ineptitud de la oligarquía
gobernante.
Todo intento de
rebelión popular ha sido brutalmente reprimido, logrando el
aniquilamiento de nuestro país y la putrefacción de las fuerzas
vitales nacionales.
Ante este
estado de putrefacción que asola a nuestro pueblo, un grupo de
jóvenes hemos decidido organizarnos y plantar cara al sistema.
Junta
Sindicalista no es un partido político, somos una organización
extraparlamentaria de acción directa, un revulsivo que despierte la
conciencia nacional de los españoles.
Por ello,
pedimos y queremos:
1- Eliminación
del sistema capitalista. La actual crisis se trata de una
característica que que se encuentra intrínseca en el sistema
económico, que condena a la pobreza y a la esclavitud a los pueblos
del mundo, mientras una oligarquía apátrida que concentra los
mayores poderes económicos se enriquece.
2- Construcción
de un Estado Nacional y Sindicalista, basado en la justicia social,
defensa de la cultura nacional y una verdadera participación del
pueblo en la vida política, que elimine la división que generan los
partidos democráticos, adquiriendo a mayorías para sus propias
luchas, que se limitan a luchas entre partidos, rompiendo así la
unidad nacional del pueblo y convirtiendo a la nación en un campo de
batalla electoral.
3- Organizar la
producción mediante un sistema de sindicatos verticales por ramas,
es decir, sindicalizar la economía. Sindicalización de las
empresas, logrando la autogestión de éstas. Los propietarios de las
empresas serán los propios trabajadores, gestionando los beneficios
de la producción, eliminando el trabajo asalariado y la propiedad
capitalista.
4-
Nacionalización de la banca. No podemos permitir que la banca esté
al servicio de unos intereses privados, pertenecientes a las capas
con más capacidad económica de la nación, que practican la usura y
la especulación.
5-
Nacionalización de la tierra y explotación de los latifundios por
cooperativas. La tierra debe ser explotada en régimen de usufructo
por parte de los campesinos. Organizar un verdadero crédito agrícola
nacional para dar al campo mayores recursos económicos. Sindicación
de labradores para ensayar el cultivo colectivo y que el propio
trabajador se organice en su propio sindicato. Expropiación de toda
tierra por el Estado cuya propiedad haya sido adquirida o disfrutada
ilegítimamente.
6-
Reestructuración del Estado conforme a la división histórica de
España. Descentralización municipal y comarcal. Defensa de la
unidad de España y los pueblos que la integran.
7- Eliminación
del patriotismo burgués, que instalado en las capas sociales de
mejor condición económica, contentos con el sistema político
basado en la democracia liberal y en su sistema económico
capitalista, olvida toda preocupación por el pueblo, convirtiéndose
en un patriotismo antisocial. Frente a esto, declaramos un
patriotismo revolucionario y popular, sindicalista y
anti-capitalista.
8-Lucha contra
la mundialización, el imperialismo estadounidense y sionista, que
han eliminado la soberanía de las naciones. Defensa y apoyo a todo
movimiento de carácter identitario y revolucionario.
9- Recuperación
de la soberanía nacional. Salida de la Unión Europea y de la OTAN.
Establecer alianzas estratégicas con países no alineados.
10- Apoyo
institucional para lograr un renacimiento de la cultura y las artes
hispánicas.
Estos son
nuestros principales puntos que deben complementarse con la acción.
Es la hora de
la juventud. España tiene una revolución pendiente, revolución que
todavía no se ha llevado a cabo ni se hará si la revolución no la
encarnan las juventudes nacionales. Es el momento de entrar en la
política de una manera contundente, mediante la acción y la
militancia. La juventud no puede amedrentarse, tenemos que ir hacia
nuevas metas y ganarnos el futuro. Tenemos que apartar toda
ancianidad y toda fórmula política y económica que hoy condenan a
nuestro pueblo, y dar a las grandes masas la conciencia nacional que
necesita para llevar a cabo una verdadera revolución. Todo este
cambio político, económico y social, es tarea de las juventudes y
esperamos, que las juventudes nacionales acudan en masa a la nueva
bandera sindical y revolucionaria, que llevará a nuestro pueblo a
las más grandes conquistas.
JUNTA
SINDICALISTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario