jueves, 4 de agosto de 2016

Presente y futuro del sindicalismo en España

Por Jorge Garrido.


El sindicalismo oficial en la España del siglo XXI y su decadencia.

En la España actual sólo hay un desinterés comparable al que hay hacia los partidos políticos: el desinterés sindical.  El  porcentaje de afiliación a los sindicatos muy bajo (15%), y eso se debe principalmente al desprestigio que tienen los sindicatos oficiales, UGT y CCOO principalmente, anclados en una forma de hacer “sindicalismo” más bien propia del siglo XIX, y eso sólo en el mejor de los casos. En otros, y esto es lo más frecuente, los sindicalistas oficiales parecen  sufrir  más  por  sus subvenciones, por sus sueldos de liberados y sus horas sindicales, por su burocracia funcionarizada, que por los problemas de los trabajadores a los que representan y debieran defender. Y es que, aunque siempre haya algunos sindicalistas de verdad que se  preocupan  sinceramente de los problemas de los trabajadores, el panorama general que ofrecen esos “sindicatos oficiales” es ciertamente desolador, especialmente desde que la caída del muro de Berlín y del socialismo de Estado les dejara desubicados ideológicamente.


Es por ello que los trabajadores españoles, completamente desilusionados, sienten desapego y hasta verdadero rechazo por estos “sindicatos” que no consideran suyos, que dependen de las subvenciones oficiales para subsistir, que muchas veces se preocupan más por causas ajenas al mundo laboral e incluso mantienen o justifican actitudes separatistas en determinadas regiones españolas, que se financian de forma irregular con las concesiones que les hacen las patronales en las negociaciones de expedientes de Regulación de Empleo (v.gr. el caso de los ERE de Andalucía, que en realidad se da en mayor o menor medida en todas las regiones), despidos colectivos, convenios, cursos de formación fantasmas y hasta la administración de pensiones con los distintos gobiernos; unos “sindicatos” que son capaces de dar su apoyo a la reforma laboral de 2006 (con las posteriores fueron más críticos, pero siempre con reacciones controladas, de “baja intensidad”, a fin de canalizar el descontento obrero sin dejar que se salga fuera del Sistema), los mismos “sindicatos” que convocan huelgas por mucho menos si los intereses políticos así se lo aconsejan, o que negocian  con el Gobierno enormes cantidades de dinero e inmuebles en concepto de devolución de “patrimonio  sindical  histórico” cuya justificación en gran parte de los casos es insostenible (unas veces porque ese sindicato no existía antes de 1936 y poco se le pudo expropiar pues, otras porque se devuelve lo que nunca se tuvo con la finalidad de ayudar a compensar a los miles de trabajadores que fueron estafados con la cooperativa “PSV” de UGT...).


Cuando a finales de los años 70 del pasado siglo se diseñó el actual modelo sindical que, tras el Estatuto de los Trabajadores de 1980, culminó con la aprobación de la Ley Orgánica de Libertad Sindical de 1985, pocos sindicatos apostaban por un modelo de sindicalismo unitario. La mayoría, con UGT a la cabeza –aunque sin el apoyo de CCOO, todo hay que decirlo–, apostaron por un sindicalismo fragmentado con la excusa de la “pluralidad sindical”. Es decir, que preferían dividir a los trabajadores y afrontar competiciones electorales siguiendo el modelo de los partidos políticos (lo que nos hace recordar la crítica a la Socialdemocracia parlamentarista que hacía el sindicalismo revolucionario clásico). Nada impedía que la pluralidad sindical se manifestara dentro de una estructura representativa unitaria, pero no, ellos prefirieron que el movimiento sindical siguiera por otros derroteros menos representativos y que restaran fuerza a los trabajadores asumiendo los principios burgueses demo-liberales propios del sistema de partidos políticos. Había demasiadas subvenciones y “devoluciones” (asignaciones más bien) patrimoniales en juego que ese momento interesaban mucho más. Y para empezar, lo primero que hicieron los grandes “sindicatos oficiales” fue permitir la estafa a millones de trabajadores de los 50.000 millones de pesetas que constituían los fondos  de  las  Mutualidades  Laborales en tiempos del Gobierno de la UCD, callándose a cambio de todos sabemos qué... Aún hoy se siguen “devolviendo” locales que nunca fueron suyos o que se construyeron décadas después. Es de destacar cómo son capaces de incluso de declararse herederos del viejo Sindicato Vertical para justificar esas “devoluciones”, como es el caso –verdaderamente sorprendente e insólito, aunque silenciado– de CCOO.


Los actuales sindicatos clasistas sólo sirven para maquillar los fallos en materia social del sistema económico capitalista, y es que en cierta medida resulta lógica y coherente la crítica que los liberales hacen a estos sindicatos: que distorsionan las leyes del mercado libre. José Antonio Primo de Rivera lo diría de otra manera: sin pretender alterar las bases del capitalismo, sin ser ni pretender ser una alternativa a este injusto sistema económico, estos falsos sindicatos se dedican a “echarle arena en los cojinetes”.


El  viejo  sindicalismo  agoniza desde hace décadas porque, además de lo ya dicho –que se refiere más a la actividad sindical que a las alternativas que propone–, es incapaz  de  ofrecer soluciones  a  los  grandes  problemas de fondo. Así, por ejemplo, vemos que para salir de la crisis económica apelan siempre a argumentos como el del crecimiento económico (problema intrínseco del capitalismo y germen de la mayoría de los problemas económicos a nivel mundial), incompatible con otros principios que también dicen defender, como el del ecologismo o el de la pobreza. ¿Cómo crecer sin caer en el consumismo y sin aumentar la contaminación? ¿Es posible basar todas las economías del mundo en el crecimiento? ¡Pero si el crecimiento sólo soluciona problemas en un país a cambio de generarlos en el resto del planeta! Su indigencia intelectual les impide ver contradicciones en su mensaje tan evidentes como esta.


El panorama sindical “oficial” es tan lamentable en España que no es de extrañar el escaso interés de los trabajadores por sindicarse. Esa es, a fin de cuentas, la consecuencia de la desilusión, de la decepción. Por eso es hoy tan necesario dar carpetazo a ese falso sindicalismo decadente, aburguesado, funcionarizado y desfasado, a esa auténtica estafa a los trabajadores españoles dirigida  por  una  “casta  sindical”  cada  vez más  desprestigiada  y  por  eso  es  preciso construir un nuevo sindicalismo nacional.

El Sindicalismo revolucionario como alternativa de futuro: falsas alternativas.


El Sindicalismo tiene un gran futuro, pero sólo si es capaz de redescubrirse como ideología revolucionaria –realmente inédita en la praxis– y de ofrecer una alternativa real y completa al Sistema capitalista. El Sindicalismo, si queremos ser precisos, no  es  propiamente  una  ideología,  sino una  idea  conjugada  con  la  acción (algo similar a la “filosofía de la praxis” de la que hablaba Antonio  Gramsci,  pero   como  es obvio,  no  necesariamente vinculada a su filosofía  materialista  y  clasista  marxista). Y como idea es compatible con ideologías diversas, lo que explica que haya sindicalistas –en el sentido ideológico del término– de tendencias políticas y filosóficas tan dispares como los casos del Anarcosindicalismo y del Nacionalsindicalismo.


Frente al sindicalismo decadente, en España se ofrecen diversas “alternativas”, desde el  sindicalismo  a  medias  de los pequeños sindicatos “independientes” o meramente “profesionales” (entre los que hay una gran variedad, pero cuya actuación es muy limitada y sus miras de muy corto alcance, sin ofrecer ninguna alternativa de fondo y en no pocos casos actuando como “sindicatos amarillos” al servicio –voluntaria o involuntariamente, pues de todo hay– de otros intereses que no son los de los trabajadores), hasta los de izquierda y extrema izquierda (CGT, CNT, SO, SAT, etc.), que no tienen nada nuevo que ofrecer, salvo volver a modelos ya demasiadas veces fracasados, pues desde la caída del Muro de Berlín se han quedado ideológicamente huérfanos, por más que parezcan revivir al calor de la crisis actual del sistema capitalista.


Mención aparte merece el fenómeno de “Podemos”, que en el campo de la política ha irrumpido con inusitada fuerza aprovechando el descrédito del régimen actual y de la “casta” de los políticos, para lo cual no han dudado en copiar gran parte del mensaje falangista que ya ensayaron el 15-M de 2011: los políticos actuales “no nos representan”; “Democracia Real Ya”; políticos como “casta” parasitaria; banqueros usureros; no a la globalización capitalista y recuperación de la soberanía nacional (al menos en teoría) en materia económica; vivienda digna para todos; trabajo digno, estable y con derechos; defensa de los servicios públicos; medios de comunicación manipuladores; etc.

Del “Círculo Podemos Sindicalistas”  ha  surgido  el  sindicato “Somos  Sindicalistas”, o “Somos”(como se suelen denominar informalmente para dar más imagen de relación con “Podemos”, una dependencia problemática, como veremos), que fue legalizado el 31 de octubre de 2014 y que en 2015 celebró su asamblea constituyente. No obstante, “Somos” tiene varios problemas de entrada:

  •  No le conviene a “Podemos” enfrentarse en demasía con UGT y CCOO porque de ellos en gran medida se nutre (sobre todo de los movimientos por ellos creados de las famosas “mareas” –blanca de los sanitarios, verde de los profesores, etc.–), lo que hace que haya un debate interno intenso sobre apoyar o no de forma expresa a “Somos” desde “Podemos”. No obstante, es probable que al final lo apoyen y sigan como hasta ahora.

  • El mensaje no puede variar demasiado, pues son lo mismo. Todos ellos ofrecen un mensaje similar, por lo que es difícil que se pueda ver a “Somos” como algo muy distinto a CCOO o UGT. No tienen un mensaje sindicalista genuino y diferenciado como sí lo tiene UNT, por ejemplo.

  • Es más difícil construir una alternativa sindical que una política. La estructura sindical es más compleja, se necesita mucha infraestructura, servicios jurídicos grandes y serios, presencia efectiva en las empresas, no sirve de mucho la propaganda en los medios de comunicación, se adquiere una mayor responsabilidad con la gente (se juegan su trabajo), etc.



“Somos” pretende desplazar sindicalmente a CCOO y UGT, pero no le va a resultar nada fácil (de hecho tengo la convicción de que eso no va a suceder), por lo que los falangistas tenemos una oportunidad de oro para evitar que la crisis sindical sea aprovechada por “Somos” igual que “Podemos” ha aprovechado la crisis política.


Por ello, porque sigue sigue sin existir en España una alternativa sindical real más allá de la UNT, estoy absolutamente convencido de que el siglo XXI será el siglo del Nacionalsindicalismo, y para ello su primera tarea debe ser la de desenmascarar a esos falsos sindicatos oficiales –y a sus falsas alternativas– que están vendidos al capitalismo y que son incapaces de aceptar otro papel que no sea el de intentar armonizar el capital con el trabajo. ¡Quién diría hace un siglo que iban a terminar así! Hoy en España sólo el Nacionalsindicalismo representa el verdadero sindicalismo revolucionario, y nadie más ofrece alternativas de ningún tipo (al menos que sean dignas de tal nombre). Sólo falta que nos lo tomemos más en serio de lo que nos lo hemos tomado hasta ahora.


Construyendo un nuevo sindicalismo: necesidad de una teoría revolucionaria.


Pero junto a esa tarea de desenmascaramiento del falso sindicalismo, se imponen otras dos de vital importancia: la construcción teórica de un sistema económico alternativo nacionalsindicalista y  la  labor  política  y  sindical  revolucionaria  que  haga  posible  su  implantación. Y esto en la economía del siglo XXI no sólo es posible, sino absolutamente necesario. La crisis del sistema capitalista se agudiza por momentos fruto de sus propias contradicciones, y es por ello por lo que el sindicalismo revolucionario reivindica el papel del Sindicato unitario como agente económico de primer nivel y como centro del  modelo de propiedad productiva; como organismo oficial del Estado pero autónomo de él, porque no se trata de que el Sindicato sea estatal, sino de que el Estado sea sindical, que no es lo mismo.


Pues bien, esta transformación económica que presupone una alteración del modelo de propiedad de  los medios de producción según la naturaleza finalista de los bienes (privada la de los bienes de consumo, familiar la que exceda la finalidad puramente individual, sindical o comunal la que cumpla fines de carácter social, y estatal la que sea de interés nacional) es cada vez más necesaria. No es una utopía, sino una auténtica  necesidad  en  la  economía del siglo XXI, cuando la crisis del capitalismo se agudiza y se evidencia el fin de lo que hasta ahora se ha llamado “el Estado del bienestar”. Es por ello que el capitalismo vuelve a los postulados más liberales (al menos en algunos aspectos), más antisociales, y aparece ante nuestros ojos un nuevo proceso de proletarización: menos derechos sociales y laborales, menos salarios, menos estabilidad laboral, menos protección social, menos pensiones, etc., algo que se va a agudizar extraordinariamente con los próximos tratados  internacionales  de  libre  comercio. Los  “mileuristas”  de  hoy  son  los nuevos proletarios del siglo XXI.


Hace falta, pues, recuperar el espíritu revolucionario del sindicalismo y proponer alternativas reales  al  sistema  económico  capitalista. Eso requiere de una organización política que tenga claros los planteamientos ideológicos y que se proponga seriamente hacerlos realidad, pero el Partido yo entiendo que sólo debe ser uno más de los instrumentos –en este caso el político, con la importancia que tiene, pero no más– de los que se sirva el Movimiento Nacionalsindicalista para hacer la Revolución. Y el verdadero motor de ese Movimiento ha de ser el Sindicato. No puede ser de otra manera para que el Nacionalsindicalismo permanezca fiel a la esencia del sindicalismo revolucionario: el Partido en cuanto instrumento debe ser el portavoz político del Movimiento en sentido amplio, debe ser el que facilite legislativamente la labor revolucionaria y debe, en definitiva, llevar a los órganos políticos de la Patria la voz del Movimiento. El Partido, que en realidad es algo artificial impuesto por las circunstancias, ha de estar subordinado al Movimiento y sus fines, y el motor del Movimiento ha de ser realmente el Sindicato, no el Partido. Por eso la Falange en cuanto Movimiento es más bien –según la propia definición de su fundador, José Antonio Primo de Rivera–, “un antipartido”, y por eso para él en el Estado futuro habría de ser el Sindicato la base sobre el que se asentara todo el sistema económico y político, siendo el eje de todo ello el hombre en cuanto Persona. El Sindicato como base y motor de la Revolución Nacionalsindicalista: esa es la clave hasta ahora tan escasamente explorada.


Uno de los muchos problemas endémicos del Nacionalsindicalismo ha sido y es la falta de una teoría  revolucionaria, y creo que es precisamente por ello por lo que históricamente nuestra actividad política y sindical ha sido en gran medida estéril.


El papel futuro de UNT en España.


Para los nacionalsindicalistas es fundamental defender esa nueva forma de hacer sindicalismo, y por ello existe la Unión Nacional de Trabajadores. Porque es necesario defender, desde una posición ideológica nacionalsindicalista, y por ello no clasista ni meramente materialista, la Libertad, la Dignidad y la Integridad del trabajador en cuanto Persona, con la permanente referencia del Bien, la Verdad y la Justicia, especialmente de la Justicia Social. Y ello desde una filosofía que no sea ni colectivista ni individualista, sino enlazando con el personalismo cristiano que valora al hombre en cuanto Persona, es decir, no sólo en su particularidad, sino en su relación con la sociedad, con los demás y, por encima de todo, con Dios. Esa antropología no tiene nada de revolucionaria, por supuesto, pues sólo hay que ser revolucionario con las cosas injustas. El elemento revolucionario lo incorpora a su visión sindicalista: el Sindicato unitario como instrumento de transformación socioeconómica. En esto es en lo que hay que ser revolucionario, no en las consideraciones antropológicas o morales.


Por ello, desde una perspectiva humanista social y trascendente, hay que denunciar la incompatibilidad del sistema económico capitalista con la plena garantía de esos valores, defendiendo la necesidad de garantizar la integridad y grandeza de España como nación política y económicamente soberana, así como un sano patriotismo que también sea garantía de defensa de los trabajadores frente a la mundialización económica que los somete a intereses ajenos, y eso sólo lo puede defender un sindicato que crea en ello, como UNT. Por eso es imprescindible denunciar siempre el falso patriotismo de quienes utilizan como coartada la Patria y las amenazas que se ciernen sobre ella para no abordar el problema de la injusticia social. El patriotismo que no sea al mismo tiempo social es una estafa –para  los españoles en general y para los trabajadores en particular– que debe ser desenmascarada y denunciada.


El Nacionalsindicalismo en España conquistará el futuro cuando sea capaz de asumir ese papel revolucionario:

  • Tomar conciencia de nuestra propia responsabilidad: somos los únicos que ofrecemos una alternativa sindicalista real, auténtica y genuina.

  • Denunciar  a  los  falsos  “sindicatos”  del  Sistema  y  su  papel  anestesiante  de  los trabajadores para mantenerlos controlados.

  • Desenmascarar  las  falsas  alternativas de los vendedores ambulantes de elixires y “crecepelos” de ineficacia ya demasiadas veces probada (“Podemos”, “Somos” y similares)

  • Luchar por la Justicia Social, asumiendo el papel de instrumento para la transformación socioeconómica.
Implantar la alternativa real y completa al decadente sistema económico capitalista que es el Nacionalsindicalismo, asumiendo el Sindicato su propio papel y su propia responsabilidad como tal.



Este es el camino y este es el futuro. En UNT lo tenemos muy claro: no estamos dispuestos ni a dejar que el sindicalismo quede en manos de los parásitos de siempre, ni tampoco a dejar que venga ningún “madrugador” a venderle a los trabajadores falsas alternativas. Sólo nosotros somos una alternativa real y honrada, por lo que no podemos permitir que ningún charlatán –si me permitís la expresión– venga a “birlarnos la merienda” estafando una vez más a los trabajadores.


sábado, 30 de julio de 2016

Nuestra postura frente al comunismo.

Por Ramiro Ledesma Ramos


Teníamos que ser nosotros, surgidos de lo más hondo del coraje hispánico, fieles a nuestra época, con un programa postliberal en cada mano, quienes con mejor eficacia combatiésemos la sociedad y el Estado comunistas.

Odiamos el espíritu liberal burgués, trasnochado y mediocre, pero nuestro enemigo fundamental, aquel cuyo mero estar ahí significa siluetearse el combate con nosotros, es el comunismo.

Frente al comunismo, con su carga de razones y de eficacias, colocamos una idea nacional, que él no acepta, y que representa para nosotros el origen de toda empresa humana de rango airoso. Esa idea nacional entraña una cultura y unos deberes históricos que reconocemos como nuestro patrimonio más alto.

El comunista es un ser simple, casi elemental, que acepta sin control unas verdades económicas no elaboradas por él y da a ellas su vida íntegra. El fraude que realiza de ese modo trasciende de su orbe individual para convertirse, si triunfa ese sistema, en el fraude total de un pueblo que deserta de sus destinos y juega al peligro del caos.

No puede esto tolerarse. Nosotros aceptamos el problema económico que planteó el marxismo. Frente a la economía liberal y arbitraria, el marxismo tiene razón. Pero el marxismo pierde todos sus derechos cuando despoja al hombre de los valores eminentes. Y le señala un tope minúsculo, que detiene sus impulsos. Los partidos socialistas de todo el mundo resuelven esas limitaciones recayendo en el viejo liberalismo que ellos vinieron precisamente a destruir y superar.

Los partidos comunistas, en cambio, aceptan todas las consecuencias, y creen que el marxismo es capaz de asumir todos los mandos. Pero un pueblo es algo más que un conglomerado de preocupaciones de tipo económico, y si de un modo absoluto se hacen depender de los sistemas económicos vigentes los destinos todos de ese pueblo, se recae en mediocre usurpación.

Tienen lugar hoy en la historia hechos radicales que tienden precisamente a la defensa y exaltación de esos valores supremos que el comunismo aparta de su ruta. Nosotros andamos en la tarea de resucitar en España un tipo así de actuación pública.

Porque los momentos españoles de ahora son tremendos y decisivos. Se quiere conmocionar al país para una Revolución de juguete, y se dejan a un lado los motivos revolucionarios de carácter social e histórico que son la médula de las revoluciones. ¿Qué se pretende con eso? España debe ir, sí, a una Revolución. Pero auténtica y de una pieza, a realizar cosas de alto porte y a expresar su voz en el hacer universal.

Para ello hay que abordar, no eludir, las cuestiones de tipo social. Entregarse a ellas. Acabar con las crisis agrarias. Reglamentar y articular la producción industrial. Pero de cara. A la vista de los intereses supremos del Estado.

Hay que hacer una revolución en España para estimular al pueblo a que de una vez se ponga en marcha. Al servicio, como hemos repetido y repetiremos, de una ambición nacional. Todo lo demás, las algaradas y los conatos revolucionarios para copiar las gestas viejas de nuestros abuelos, son despreciables e inmorales entretenimientos de un sector de burgueses, despreciables e inmorales.

Todos esos caprichos de los burócratas de espíritu corto no nos importarían nada si no significasen el abrir y cerrar de ojos de la fiera comunista. Que está ahí, contra lo que creen los miopes.

Y podemos decirlo con valentía. Preferimos, desde luego, un régimen soviético al predominio imbécil de la patrulla del morrión. Si no creyéramos con firmeza que triunfará hoy en Occidente –y particularmente en España– el espíritu nacional y social que propugnamos, nosotros desertaríamos. A los gritos huecos y a las majaderías solapadas de la mediocridad liberaloide preferimos el sacrificio heroico del comunista, que por lo menos se encara con el presente y trata de realizar su vida del mejor modo que puede.

Frente al comunismo no hay sino una fidelidad de cada gran pueblo a sus destinos. Entregarse a la época sin temores, aceptando lo que exige de heroísmo, de lucha y de lealtad.

Frente a la empresa comunista cabe la empresa nacional. El hundir las uñas en el palpitar más hondo. El sentirse llamado a la genial elaboración de elaborar humanidad plena.
La Conquista del Estado, Madrid, 28 de marzo de 1931, número 3, página 2.
Extraído de Pueblo Indómito.

miércoles, 20 de julio de 2016

España estancada.


Por José Antonio Primo de Rivera.

NI AMBICIÓN NACIONAL NI JUSTICIA SOCIAL.–EL PARLAMENTO SESTEA. – SETECIENTOS MIL PARADOS PREGONAN EL FRACASO DE UN ORDEN ECONÓMICO Y POLÍTICO. – TRAGEDIA Y PALABRERÍA. – LLAMAMIENTO.

España se ha perdido a sí misma; esta es su tragedia. Vive un simulacro de vida que no conduce a ninguna parte. Dos cosas forman una patria: como asiento físico, una comunidad humana de existencia; como vínculo espiritual, un destino común. España carece de las dos cosas. El asiento físico de España, de la comunidad de españoles, es absolutamente indefendible. Tenemos un territorio enorme en el que hay muchísimo por hacer, y, sin embargo, millones de habitantes viven peor que los cerdos en las cochiqueras. No ya los parados del todo, esos setecientos mil españoles cuya existencia es un milagro, sino los pequeños labradores, arrendatarios o propietarios de minifundios, que recogen al año veinte o treinta fanegas de trigo; y los campesinos andaluces, que cobran al año cien jornales; y los habitantes en los suburbios de la misma capital, hacinados en casas infectas, en que los más rudimentarios servicios higiénicos se comparten entre cuarenta familias. Esto, mientras se engordan armeros, Intermediarios, administradores, banqueros, propietarios, rentistas, consejeros de grandes empresas y toda esa muchedumbre ociosa que parece ser el remate de un país apoplético de gran capitalismo, y no la dorada envoltura de nuestra pobre, y ancha, y esquilmado España.

Sobre esa base económica está asentado el pueblo español. ¿Y qué misión colectiva lo mantiene unido? Nadie lo sabe. Por eso, menos cada vez piensa nadie en remediar su mal remediando a España, sino escaparse del mal común lo mejor que pueda. Cada clase por su lado, insolidaria con las demás. Cada región, cada comarca, por su lado. Como en un barco que zozobra, todos parecen haber oído la voz de: "Sálvese el que pueda." Cuando lo que hay que salvar es el barco.

* * *

La alegría del, 14 de abril no fue la que expresaron los camiones cargados de carne humana y engalanados de rojo. Aquello fue lo de menos y lo de los menos. La callada alegría del 14 de abril fue la que sintieron en las casas millones de españoles al imaginarse el principio de una nueva ruta abierta y soleada. Fue una alegría un poco melancólica; no en balde se iban viejos símbolos que fueron gloriosos en otro tiempo. Pero en compensación, el 14 de abril anunciaba las dos cosas de las que está huérfana España: un orden social nuevo hasta el fondo, que redimiera a sus gentes sufridas de la miseria en que se arrastran y un quehacer colectivo: el de levantar el Estado nuevo, el de acometer la empresa de rehacerse, todos unidos en el mismo afán.

La tremenda responsabilidad de los hombres del 14 de abril estriba en haber malogrado aquella esperanza colectiva, en haber reformado el sentido de su revolución. Ahora se pretende enredar a Azaña y Casares Quiroga en un fangoso proceso sobre si consintieron o no el traslado de armas a Portugal. ¡Qué estupidez! Las derechas, dejadas de la mano de Dios, no ven que eso equivale a la glorificación de Azaña. Si después de tantas abominaciones contra el bienio resulta que lo único punible es aquella irregularidad, ¿quién osará, en adelante, vituperarlo? Esos torpes leguleyos de las derechas, que aún no han visto cómo los procesos políticos de responsabilidades se vuelven siempre contra los acusadores, marchan alegremente contra el zarzal de la acusación por lo del alijo. Allá ellos. Nuestra acusación contra los hombres del bienio es bien otra: "Tuvisteis a España en vuestras manos entregada durante dos años. La tuvisteis blanda como cera. Pudisteis llevar a cabo la verdadera revolución española y preferisteis reemplazarla por una política de secta, de disgregación, de vejaciones inútiles, de exasperación espiritual. Por culpa vuestra volvió España a manos de las viejas gentes reaccionarias, deseosas de escamotear la revolución. Eso sí que no se os perdonará."

* * *

¿Alijo de armas? ¡Bah! El capítulo de cargos del bienio terrible es mucho más grave.

Primero.–Estatuto de Cataluña. Era urgente retribuir a la Esquerra, por su ayuda política. Se la retribuyó con un trozo de España. No se dio el Estatuto después de bien asegurada en todo el pueblo español –comprendido el de Cataluña– una fuerte conciencia de unidad. Se dio aprisa y corriendo, con criminal largueza, entregándolo todo, incluso los instrumentos para afirmar en el alma de la infancia catalana una emoción separatista. El Estatuto hizo posible la rebelión de la Generalidad, frustrada por la cobardía de los rebeldes. Aquél fue el momento de los fusilamientos por la espalda, y no estas zarandajas del alijo.

Segundo.–Destrucción del Ejército. No se hizo con criterio nacional. No se comprendió la reforma profunda que el Ejército necesitaba.

Tercero.–Ofensa de los sentimientos religiosos. Fue una verdadera complacencia en la mortificación. Se llegó a la blasfemia, a la persecución por profesar ideas religiosas, al apogeo de un anticlericalismo soez, ya barrido del mundo.

Cuarto.–Burla de la Reforma Agraria. Porque la Reforma Agraria no se hizo. Todo quedó en su promulgación. Para que no faltase la característica del bienio, se añadió a última hora una norma excepcional, injusta, basada, no en razones económicosociales, sino en un impulso de rencor. Pero casi todo quedó en palabras. Un poco de indisciplina en el campo durante unos meses, y nada más. Después, los campesinos siguieron viviendo su miseria y el régimen de la tierra casi como estaba.

Quinto.–Desquiciamiento económico. La política del bienio no fue, ciertamente, una política anticapitalista. Nunca fueron tan mimados los Bancos y las grandes Empresas. Aumentaron las emisiones de valores públicos, y con ellas, naturalmente, las personas que viven del cupón sin trabajar. Pero como esto se combinaba con un desenfreno verbal en sentido demagógico, no se hizo otra cosa que conservar el sistema capitalista y amedrentarlo al mismo tiempo, es decir, desquiciar lo que había sin reemplazarlo por otra cosa. De ahí el colapso, con su secuela del aumento terrible en el paro obrero.

Sexto.–Política antinacional. En esta acusación se resumen todas. Durante el bienio España fue la colonia de tres poderes internacionales: la Internacional Socialista, la masonería y el Quai d'Orsay. Herriot vino en persona a inspeccionar su zona de reclutamiento o su camino de paso para las tropas senegalesas.

Es decir, lo contrario de lo que la revolución prometía. Ni política nacional, ni política social: un mal Gobierno burgués, cruel y antipático, en medio de una grillera detestable de falsos energúmenos.

* * *

A fines de 1933 salimos del bienio terrible para entrar en el bienio estúpido.
Esto sí que ya no conserva ni rastro del propósito revolucionario del 14 de abril. Ni reforma agraria, ni transformación económica, ni remedio al paro obrero, ni aliento nacional en la política. Chapuzas para remediar algún estrago del bienio anterior y pereza. Pereza mortal para dejar que los problemas se corrompan a fuerza de días, hasta que llegue otro problema y los quite de delante. La revolución del 14 de abril se ha estancado en esto.

¿Político social? Ni pensarlo; menos que nunca; menos que antes del año 31; hasta los Jurados mixtos se suprimen. Vuelve a hablarse de jornales de dos pesetas. No hay reforma agraria. La Ley de Arrendamientos nace tan inservible que al día siguiente de su aprobación sale un proyecto de ley modificándola. Setecientos mil hombres están en paro forzoso. El Parlamento, que ni siquiera ha aprobado unos presupuestos para 1935, se concede a sí mismo vacaciones de Carnaval. Fuera de la vacaciones, sestea.

¿Política nacional? ¿Alrededor de qué? ¿Qué quehacer interesante y alegre se presenta a España? Se empieza a no contar con ella en el mundo. Italia y Francia arreglan el problema del Mediterráneo en nuestra ausencia. Sudamérica recibe, como única noticia de España, una pastoral por "radio" del señor Rocha. Francia, cuya balanza comercial con nosotros ha mejorado en su favor, todavía nos aprieta las clavijas en el Tratado comercial...

El marxismo, cauto y peligroso, ha logrado salir casi intacto del percance de octubre. Ahora rehace sus fuerzas y revisa sus armamentos. Mientras la fuerza pública descubre saldos de viejas escopetas y revólveres caducos, nadie sabe dónde se guardan los arsenales apilados para la revolución de octubre que no llegaron a salir. Además, el socialismo sabe mover los hilos de la desesperación proletaria cuando esa desesperación tiene tantos fundamentos. Se trabaja por el frente único con comunistas y anarquistas.

Mientras tanto, cada día nos sale un curandero para el mal. Gil Robles sigue pronunciando discursos prometedores, como si no tuviera tres ministros en el Gobierno y la minoría más numerosa en las Cortes. El Bloque Nacional luce suntuosamente. Este ya trae palabras nuevas, para que no se diga: ¡habla de unidad de mando, de estado corporativo y de otras cosas fascistas! ¡En seguida le van a creer! Un orden nuevo traído por las ultraderechas, es decir, por los partidos privilegiados en el orden antiguo. ¡En seguida lo van a creer los obreros y estudiantes y todos los añejamente descontentos contra el caduco tinglado español!

* * *

¡Basta de falsificaciones! La tarea española está intacta: la tarea de devolver a España un ímpetu nacional auténtico y asentarla sobre un orden social distinto. Basta de palabrería mal copiada y vamos a la busca de la palabra decisiva, de la mágica palabra del resurgimiento. Otra vez hay que salir contra los que quieren arrancamos del alma la emoción española y contra los que amparan bajo la bandera del patriotismo la averiada mercancía de un orden burgués agonizante. ¡Estudiantes de España, obreros de España, intelectuales de España: otra vez a la tarea! Contra lo uno y contra lo otro. Por la España completa de los mejores días. Por el pan y la gloria. ¡Arriba España!



Extraído de Arriba, núm. 1, 21 de marzo de 1935

viernes, 15 de julio de 2016

La amenaza del terrorismo islámico.



Por Gustavo Morales.

La amenaza del terrorismo islámico. Los lobos solitarios y sus manadas.
Los servicios de inteligencia del mundo occidental están preocupados ante la proliferación de atentados cometidos por los llamados ‘lobos solitarios’.
En el convulso mundo islámico, nuevos actores aparecen y desaparecen. Las organizaciones cambian de nombre y de bandera. Mueren líderes, como el imam Jomeini para los chiítas; Ben Laden para los wahabíes. Surgen otros, como el califa Al Bagdadí. Las alianzas entretejen intereses y militancias. Arabia Saudí, madre del wahabismo, sostiene el dólar como moneda de pago de la energía. Estados Unidos entrena y arma milicias islamistas para derrocar a los regímenes de Libia, primero y Siria, ahora. Militantes adiestrados por esas huestes llevan la muerte a las calles de París.
Lobos solitarios aparecen en Canadá, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, atentan con lo que tienen a mano. Incluso atropellan gente en las paradas de autobuses. Mueren y demuestran que son fieles al mensaje que llega desde Iraq, Siria, Afganistán, Palestina, Libia… La inteligencia occidental cae en la paranoia de apoyar en Siria e Iraq lo que combate en su territorio, hasta que las masacres de civiles obligan a cambiar el discurso.
Arabia Saudí y Catar, la peculiar forma de entender el Islam de los wahabitas, de la que hablaremos en el próximo número de esta revista, alimenta, nutre y arma a una miríada de grupos que combaten en las zonas tribales de Pakistán, Afganistán, Iraq, Siria y Libia. La mayor parte de los líderes de grupos armados integristas son wahabitas y casi todos proceden de la misma organización: la Hermandad Musulmana.
Sin embargo, no son los atentados de grupos organizados –que se mueven hacia Occidente y ejecutan su operación–, la primera preocupación de los gobiernos euroamericanos. Es la acción de jóvenes nacidos en Europa o América, hijos de la emigración, que encuentran en la sencillez del Islam un sentido a sus vidas sin futuro en los suburbios y en el wahabismo la justificación de la guerra santa, la yihad que llevan a cabo los salafistas: aquellos que imitan la vida del profeta Mahoma como era en sus tiempos. Esos jóvenes que han combatido en Siria o Iraq, como lo hicieron sus antecesores en Afganistán o Argelia, vuelven a su país de nacimiento entrenados militarmente, fortalecidos por la fe y en busca del martirio.
Los lobos solitarios
“Si no puedes combatir en Siria o Iraq, puedes hacerlo directamente desde tu ciudad europea”.
Una de las amenazas que angustia a la seguridad del Estado son los lobos solitarios. Con nacionalidades europeas, procedentes de la emigración, muchos con antecedentes por pequeños delitos. Acaban siendo captados, viajan a zonas en conflicto: Iraq, Siria, Afganistán… donde reciben unas semanas de instrucción militar y de experiencia en combate. Regresan a sus países de origen. No mantienen comunicaciones con sus bases. No existe un plan pergeñado en la distancia. Hay poco que espiar.
Así lo demuestran los llamamientos simultáneos de Al Qaeda y del ‘Estado Islámico’-Daesh a la acción individual. La revista en inglés Inspire, publicada por Al Qaeda, enseña a fabricar una bomba casera y la publicación Dabiq, del ‘Estado Islámico’, pide matar infieles “de cualquier forma”.
Los llamamientos y métodos de ambos grupos terroristas se aproximan. En los últimos números de los órganos de propaganda de Al Qaeda y del ‘Estado Islámico’, especialmente en Inspire, hay una repetición constante: el llamamiento a la acción directa de los llamados lobos solitarios en Occidente, terroristas que actúan individualmente.
El pasado noviembre, un informe de la inteligencia exterior británica, el MI6, confirmaba la vinculación entre Inspire y los métodos de los fanáticos: “Desde su primera edición en 2010, al menos siete de cada diez implicados en ataques planeados dentro del Reino Unido siguen la revista”. Añade esa fuente que en “cuatro de cada diez ataques”, la lectura de Inspire mejoró mucho la capacidad de actuación de los terroristas.
Inspire asegura que las fuerzas de seguridad estiman en 400 los ‘lobos solitarios’ sospechosos de estar operativos y preparando atentados en Europa.
“Cuando se hace una pequeña operación en Estados Unidos o en países europeos, se obtienen muchos más resultados que cuando se hace una gran operación fuera de su casa”, afirma Al Qaeda. Entre los objetivos en Europa señala a Reino Unido y Francia. Esa insistencia en los ataques solitarios la evidencia su revista: “No es necesario hacer lo que Muhammad Atta [atentados del 11 de septiembre en Nueva York] hizo”, exclama el magazine, “es suficiente con hacer lo que hizo Nidal Hassan [5 de noviembre de 2009, Fort Hood]. No es necesario ver la victoria sobre el enemigo, es bastante con ser parte de hacer la victoria. No es necesario viajar al campo de batalla, es suficiente con matar al enemigo en casa”.

Al Qaeda


‘La base’ fue fundada en 1988, por Osama Ben Laden. Su principal objetivo es el establecimiento de un califato islámico en todo el territorio musulmán. Su fundador combatió contra los soviéticos y los estadounidenses en Afganistán, apoyó al Gobierno de Sudán y atentó contra Estados Unidos y Europa, en lo que centró su lucha final, a través de una interpretación superlativa del concepto ‘Yihad’ ligado a la secta wahabista dominante en la Península Arábiga. Al Qaeda se define como wahabita. Lo era su fundador y lo es uno de sus principales colaboradores y actual jefe, el médico egipcio Ayman al-Zawahiri, antiguo miembro de la Hermandad Musulmana. Dato curioso: muchos comandantes del terrorismo internacional se declaran wahabitas y la mayoría de ellos proceden de la Hermandad Musulmana.

Sus organizaciones afiliadas operan en Magreb, el África subsahariana, el Cuerno de África, Medio Oriente, Arabia, Asia Central, Sudeste Asiático y algunas zonas de Europa.

Ya han jurado lealtad Al Qaeda del Magreb Islámico, el antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate; Al Qaeda-Iraq y Al Qaeda-Península Arábiga. Ahora se investigan otras ramas en el Sudeste Asiático, Asia Central e incluso en la triple frontera que forman Argentina, Brasil y Paraguay.

El autor del reportaje sobre la bomba casera, apodado AQ-Chef, también habla de objetivos: “La primera prioridad y el foco principal debe estar en América, después el Reino Unido, luego Francia, y así sucesivamente”. Recogiendo declaraciones de Shayj Abü Muhammad Al-‘Adnani, el panfleto del ‘Estado Islámico’ señala la forma en que deben proceder los ‘lobos solitarios’: “Si se puede matar a un infiel americano o europeo –especialmente el rencoroso y sucio francés– o un australiano o un canadiense, o cualquier otro infiel, incluyendo a los ciudadanos de los países que han entrado en la coalición contra el Estado Islámico, confían en Alá, y lo matan de cualquier forma o manera. No pida consejos de nadie ni busque el veredicto de nadie”. Al Qaeda señala entre sus objetivos cuatro aerolíneas americanas, dos británicas y dos francesas. Detalla cómo llevar a cabo atentados en aviones de estas compañías, cuál es el lugar idóneo para detonar una bomba dentro un avión y causar la mayor destrucción posible.
Al Qaeda insiste: “Recuerda que la yihad no depende de una persona concreta… Alá te preguntará sólo por lo que hiciste por el Islam”, asegura, “así que no dudes en pensarlo dos veces, todo lo que necesitas es seguir los pasos que el muyahidín ofrece en Inspire Magazine y pedirle a Alá que te lo facilite”. El ‘Estado Islámico’ –EI o Daesh– está pidiendo a sus militantes que atenten en sus propias ciudades europeas mediante el mensaje: “si no puedes combatir en Siria o Iraq, puedes hacerlo directamente desde tu ciudad europea”.
No son pocos los que han seguido este consejo: Haron Monis y Niman Haider en Australia; Martin Couture-Rouleau y Michael Zehaf-Bibeau en Canadá; Zale Thompson en América; Bertrand Nzohabonayo, Saïd y Chérif Kouachi en Francia. La Galia ya sufrió atentados de grupos yihadistas argelinos entre 1994 y 1996. En marzo de 2012, sus francotiradores tuvieron que matar a Mohamed Merah, que había asesinado a tiros a siete personas, tres de ellas niños, y herido a cinco en tres acciones diferentes en Montauban y Toulouse. No era una furia exterminadora, sino un mensaje. Sabía que el asesinato de niños en una escuela judía sería noticia. Los salafistas advierten en su medio: “Todo lo que Occidente podrá hacer es esperar ansiosamente la siguiente ronda de masacres y luego emitir las mismas aburridas declaraciones”. “Los musulmanes siguen desafiando la máquina de guerra infiel, cercando a los cruzados en sus propias calles y llevando la guerra de nuevo a su propio suelo”.
La publicación exalta al yihadista que intentó matar a hachazos a cinco policías en Nueva York, porque tuvo importancia simbólica: los musulmanes luchan incluso con hachas y cuchillos. Es también el caso de Michael Adebolajo y Michael Adebowale, que apuñalaron al soldado Lee Rigby, junto al cuartel de Woolwich, Inglaterra.

El Estado Islámico o Daesh


El origen del grupo conocido como ‘Estado Islámico’ o Daesh, está en Al Qaeda en Iraq. Comenzó llamándose Jamaat al Tawhid wa-l-Yihad en 1999 y creció, con la invasión de EE UU, en 2003. Ni fue fundado ni era parte de Al Qaeda, era un grupo afiliado, autónomo, cuyo anterior líder juró lealtad a Osama Ben Laden en 2004 y recibió el derecho a llamarse ‘Al Qaeda en Iraq’. Dos años después la organización fue derrotada. Resurgió de sus cenizas con la salida de Iraq de las tropas occidentales. Cambió su nombre, en 2006, a ‘Estado Islámico de Iraq y Levante’, manteniendo la fidelidad a Al Qaeda, hasta su ruptura en febrero de 2014. Para el actual Daesh o ‘Estado Islámico’, el juramento de lealtad era personal y cuando murió su anterior líder, perdió validez.

El origen

El ‘Estado Islámico’ podría haberse gestado en una cárcel estadounidense en Iraq. Su cabecilla y autoproclamado califa, Abu Bakr al-Bagdadí, estuvo preso cuatro años en el centro de detención Camp Bucca, fue liberado en 2009. Entonces se llamaba Ibrahim al-Badri, alias Abu Du’a. Y con ese nombre, aparece en una fotografía con el senador estadounidense John McCain y el general Salem Idriss, jefe del Ejército Sirio Libre, de quienes dijo McCain que “son moderados en quienes se puede confiar”. El apoyo de Washington a esos “moderados” pasaba a organizaciones integristas wahabíes. Cuando Abu Bakr asistía a las reuniones del Estado Mayor del Ejército Sirio Libre y se reunía con McCain, excandidato presidencial republicano, hacía un mes que había fundado su propio grupo militante en las áreas iraquíes de Samarra y Diyalah, para después unirse a Al Qaeda como “Estado Islámico de Iraq”.

El nuevo líder

Con 39 años, Abu Bakr llegó a la cabeza de la organización islamista, tras la muerte de Abu Omar al Baghdadi y un año después de salir de los calabozos norteamericanos. El autoproclamado califa tiene entre sus 25 principales dirigentes locales a sus antiguos compañeros de celda y ex oficiales del Gobierno de Saddam Hussein. Su organización lanzó la ‘Operación para romper los muros’ en el que llevó a cabo una campaña de asaltos a cárceles iraquíes y extranjeras. Se produjeron operaciones simultáneas en ocho países diferentes. Los yihadistas liberados marcharon a Siria. Rescatando a experimentados muyahidines, la organización consiguió valiosos militantes, algo que les ha ayudado en sus recientes victorias y su fuerte expansión, gracias a la experiencia en el campo de batalla de sus hombres.

Fue también en 2012 cuando Al Bagdadí decidió expandir su área de influencia, y mandó soldados a Siria a luchar contra al Assad. En 2013, anunció que se fusionaba con Jahbat al Nusra y se cambiaba el nombre a ‘Estado Islámico de Iraq y Levante’ lo que hizo sin informar a Al Qaeda.

La ruptura con Al Qaeda

Las dos organizaciones chirriaban por casi todo. Los líderes de Al Qaeda proceden de clases altas, con educación universitaria, mientras los de Daesh tienen orígenes incluso criminales. Tampoco comparten tácticas: mientras el ‘Estado Islámico’ ocupa terreno y extermina a las poblaciones locales que se oponen, Al Qaeda prioriza la agresión al enemigo extranjero, como EE UU. Los objetivos de Al Qaeda a finales del siglo pasado y principios de éste, eran dar cobertura, apoyo financiero, instrucción y logística a los militantes islámicos en el exterior y acabar con las naciones apóstatas. También son dos generaciones distintas. Al Qaeda está compuesta por yihadistas formados entre los 80 y 90 en Afganistán. Daesh-Estado Islámico se nutre de los que han luchado en Iraq y Siria en la última década.

Daesh es mucho más virulento que Al Qaeda con los no musulmanes y los apóstatas; lo cual es mucho decir considerando que Al Qaeda metió a hazaras afganos chiítas en contenedores y los dejó al sol.

Entre la actual formación del ‘Estado islámico’ y Al Qaeda, las diferencias son de autoridad y metodología. Al Bagdadí cree que la soberanía del egipcio Al Zawahiri, líder de Al Qaeda, no es legítima y le acusa de desviarse del camino de Ben Laden. Al Qaeda culpa a Daesh romper una promesa religiosa de alianza. Al Qaeda desearía que Daesh-Estado Islámico se limite a Iraq, jure fidelidad a Al Zawahiri y no se extienda a Siria.

Para el ‘Estado Islámico’ todos deben someterse a la ley de Dios, tal como ellos la ven. No comparten poder con ningún grupo. En cambio, para Jabat al Nusra, el brazo oficial de Al Qaeda en Siria, las alianzas estratégicas son necesarias para luchar contra Assad.

La denuncia pública

La brutalidad de sus acciones, las torturas, crucifixiones, degollamientos, violaciones, esclavización, quemar vivos a los prisioneros, ejecutarlos en masa, etc. ampliamente difundidos en imágenes por ellos mismos han provocado que la opinión pública se rebele y que los apoyos a su actuación disminuyan o se disimulen. Recordemos los diversos incidentes en que aviones estadounidenses han arrojado material militar “por error” en zonas controladas por el ‘Estado Islámico’. 

Los apoyos

Según reveló la agencia británica Reuters, a principios de 2014, el Congreso de Estados Unidos aprobó, en reunión secreta, la financiación para el Frente Al Nusra, grupo leal a Al Qaeda, y para el entonces llamado Emirato Islámico en Iraq y el Levante, luego ‘Estado Islámico’. La televisión pública de Arabia Saudí, Al Arabiya, anunció que el Emirato Islámico estaba sometido a la autoridad del príncipe saudita Abdul Rahman Al Faisal. Los saudíes compraron armamento al Gobierno de Ucrania y los turcos lo hicieron llegar al Emirato Islámico, coordinados con los kurdos de la familia Barzani en una reunión en Amman, Jordania, el 1 de junio de 2014. El 5 de ese mes, el Emirato Islámico y los kurdos se alzaban contra el Estado iraquí. Al cabo de un mes, los peshmergas kurdos se habían retirado. Las atrocidades del Emirato y la presión de la opinión pública crecían, el presidente Obama ordenó bombardear posiciones del Emirato Islámico de forma pública. El objetivo de la Casa Blanca no es destruir el ejército yihadista, le sigue siendo útil para derrocar al Gobierno sirio. Tampoco Washington ha renunciado a su viejo plan de partir Iraq en tres naciones, lo que se ve favorecido por el protagonismo kurdo y la resistencia sunní. Esa simpatía nace de las imágenes de guerrilleros kurdos abriendo corredores para que los civiles huyan de la matanza a manos del “Estado Islámico” de Al Bagdadí.

El temor de los gobiernos occidentales son precisamente los ataques de emulación, siguiendo la estela propagandística de los atentados como el que masacró la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo. Tras la matanza de París, en Francia algunos musulmanes produjeron atropellos y asaltos con cuchillos; en España hubo amenaza de bomba en un tren; en Italia, un islamista interrumpió la misa gritando aleyas del Corán y destrozó una iglesia a golpes en Trento. Muchos no son verdaderos ‘lobos solitarios’ sino emuladores enloquecidos.
Ésa es una diferencia entre Al Qaeda y el ‘Estado Islámico’. Por ello, la comunidad de inteligencia coincide en atribuir el atentado contra Charlie Hebdo a yihadistas de Al Qaeda: una acción conjunta y coordinada, tenían identificados los blancos y los llamaron por sus nombres. La acción fue reivindicada por Al Qaeda y por el ‘Estado Islámico’, esa competencia encaja en la lucha por el protagonismo en la yihad internacional.
Es probable que los tres islamistas que abatieron las fuerzas francesas hubieran sido instruidos por ambas organizaciones o por el Emirato cuando pertenecía a Al Qaeda (ver El Estado Islámico o Daesh).
En una línea similar, el atentado contra Charlie Hebdo es la sexta trama terrorista que tiene lugar en Europa contra objetivos relacionados con la publicación de caricaturas críticas con el islam. Otro blanco recurrente. La primera acción de este tipo se produjo en marzo de 2006, cuando un paquistaní de 28 años entró en el periódico alemán Die Welt con el fin de apuñalar a su editor por haber reproducido las caricaturas de Mahoma.
En 2010 hubo cuatro atentados más en Dinamarca. En uno de ellos, un somalí irrumpió con un hacha en la casa de un dibujante. Y en otro, el proyecto Micky Mouse, los yihadistas planearon asaltar la revista Jyllands Posten y degollar a los presentes por reproducir las caricaturas de Mahoma en septiembre de 2005.

Al Jorasan: la red de Al Qaeda Central en Siria


Desde el pasado septiembre se ha comenzado a hablar de la existencia de Al Jorasan y de su líder: Muhsin Al Fadhli, un veterano en Al Qaeda Central.

AlJorasan es una red de miembros de Al Qaeda procedentes de Pakistán, asentados en las áreas de operaciones del Frente Al Nusra en el año 2012. Su finalidad es preparar atentados contra objetivos occidentales fuera del país. Eso no impide la colaboración de ambos grupos en la lucha anti Assad. Por ejemplo, Abu Yusuf Al Turki, uno de los jorasanis abatido en los bombardeos, mandaba una unidad de formación de tiradores selectos de Jabhat Al Nusra en Alepo.

Los modos y los medios para la preparación de atentados los recibían los miembros de Al Jorasan de expertos en explosivos de Al Qaeda en Yemen. La filial de Yemen es la más fiel y en buena medida una extensión de Al Qaeda Central pero no la más eficaz.

Al Qaeda Central envía sus preciados operativos a un escenario muy inestable por la presencia de grupos yihadistas operando en el país. Siria es una encrucijada en la que citan salafistas de múltiples nacionalidades. Algo similar a lo que fue Afganistán durante la guerra contra los soviéticos y durante el régimen talibán. También es un buen lugar para contactar con yihadistas con pasaporte europeo que utilizar en sus planes. Siria es, hasta ahora, el frente armado al que han acudido más voluntarios extranjeros en la historia del yihadismo contemporáneo.

Otra razón que explica el envío de operativos de Al Qaeda Central es el carácter de refugio de Siria, cuando Al Qaeda Central, en Pakistán, perdió un total de 61 cuadros de nivel alto e intermedio por los ataques con drones, aviones tripulados a distancia, que protagoniza la CIA desde 2004. A ello hay que añadir además la ofensiva militar de Pakistán en Waziristán Norte y Sur, un santuario tradicional de Al Qaeda.

En ese sentido, la guerra civil siria supone un entorno amable para que los integristas puedan interactuar, reclutar adeptos y preparar operaciones armadas.

Nuevas tácticas
A pesar de su menor letalidad en comparación con los atentados con explosivos, las acciones con fusiles de asalto pueden resultar igualmente atractivas desde el punto de vista terrorista. La clave se encuentra en la selección de blancos. Hasta hace pocos años, una proporción muy elevada de los atentados y complots yihadistas en Europa se basaban en el uso de explosivos.
Pese a su potencial letalidad, el deseo de adquirir explosivos aumentaba las posibilidades de que los terroristas fueran descubiertos o acabasen siendo víctimas de sus propios artefactos, al fabricarlos o transportarlos. De esto último se produjeron 15 casos entre los años 2001 y 2012, resultando muertos o heridos los propios terroristas.
Las armas ligeras son más fáciles de conseguir y de emplear con éxito, si los autores del atentado cuentan con formación militar o experiencia en combate, adquirida en Siria o Iraq. Cuando regresen los 2.000 europeos que combaten en Oriente Medio, volverán entrenados. Son pocos los instruidos en fabricación de explosivos, pero muchos los que manejan con soltura armas de fuego.
A principios de año se sucedieron las detenciones. Cinco personas de origen checheno, a los que se han aprehendido armas y explosivos, fueron arrestadas el 19 de enero en el sur de Francia. La Fiscalía de Béziers informó de que los detenidos, algunos de ellos con antecedentes por delincuencia común, tienen nacionalidad rusa y aludió a la posibilidad de que prepararan un atentado. Por otro lado, el periódico Le Progrès informó al día siguiente de que dos miembros de una célula de reclutamiento de yihadistas enviados a Siria, que ya fueron detenidos en septiembre pasado, estaban preparando un atentado en Lyon. Son los hermanos Karim y Reda Bejaled, en cuyos domicilios los agentes encontraron armas.

HAMAS, Palestina


Hamas, Movimiento de Resistencia Islamica, surgió el 14 de diciembre de 1987, de la mano del jeque Ahmed Yassim, poco después del comienzo de la Intifada. Deriva de la rama palestina de la Hermandad Musulmana, fundada en Egipto, que operaba en la Franja de Gaza, Judea y Samaria. Su líder espiritual, Ahmed Yassim, estuvo en la cárcel desde mayo de 1989, condenado a cadena perpetua, hasta su liberación y posterior asesinato por misiles israelíes.

Es Hamas un movimiento social, religioso y político de musulmanes sunnitas con una ideología radical. Tiene dos objetivos: terminar con los acuerdos de paz, con lo que identifica como enemigos también a los palestinos moderados y, a través de la Yihad, lograr la creación de un estado islámico en la antigua Palestina. En una Carta islámica, difundida en agosto de 1988, Hamas se definió como el ala palestina de la Hermandad Musulmana, presentando al nacionalismo palestino como parte del Islam y a Palestina como la Tierra Santa. Sus portavoces son Ibrahim Rusna, radicado en Jordania, y Sami Abu Zuhir.

Hamas contaría con el respaldo de la cuarta parte de la población palestina, destinando el 95% de su financiación a actividades con la comunidad: fundaciones wadf.

Posee una rama política y otra militar, la Brigada el Izz El-Din Al-Qassan, creada en 1992 bajo el mando de Yahya Ayyash, asesinado cuatro años después. Hasta 2004 Hamas llevó a cabo numerosos atentados suicidas en territorio israelí.

Paulatinamente modificaron su estrategia, reduciendo los atentados suicidas e incrementando el lanzamiento de cohetes Qassam y de piezas de mortero desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel.

Algunos de sus militantes trabajan en mezquitas e instituciones de servicios sociales para reclutar miembros, recaudar fondos, organizar actividades y distribuir propaganda.

La fuerza de Hamas se concentra en la franja de Gaza y zonas de Cisjordania. Recibe fondos de palestinos expatriados, Irán y benefactores privados de Arabia Saudita y otros estados árabes moderados. Realiza actividades de recaudación de fondos y propaganda en Europa Occidental y EE UU. Hamas cubre el 73% de su presupuesto para el Gobierno de Gaza con donaciones extranjeras que superan los 654 millones, de un total de 890 millones de dólares. El 30% del presupuesto, lo consume la seguridad y el orden público. En este contexto, hay poca diferencia con el Gobierno palestino en Ramallah, que destina más del 30% de su presupuesto al sector de la seguridad.

La conspiración
El diario estadounidense McClatchy señala el vínculo de los servicios de Inteligencia franceses, a través de su agente David Drugeon, con Said y Chérif Kouachi, asaltantes del semanario Charlie Hebdo, y con el autor de tres atentados terroristas en el sur de Francia en 2012, Mohammed Merah. “Drugeon, de quien muchos expertos creen que era un agente de la Inteligencia francesa antes de pasar a Al-Qaeda, es sospechoso de haber planificado un ataque de ‘lobo solitario’ en 2012 a soldados franceses y a objetivos judíos”, escribió el especialista Mitchell Prothero, que identificó a Drugeon como “un antiguo oficial de la Inteligencia francesa”.
David Drugeon es o era un especialista en explosivos del grupo Jorasán, la división de Al Qaeda que opera en Siria desde principios de 2012. Tras los informes sobre Drugeon, el Pentágono lo declaró objetivo prioritario. París niega que trabajase para Francia.
El pasado 6 de noviembre, la cadena televisiva Fox News anunció su muerte en un ataque de un avión no tripulado (dron) estadounidense en la localidad siria de Sarmada, cerca de la frontera con Turquía. Sin embargo, el 10 de diciembre, la CNN informó de que fuentes oficiales creían que el francés había sobrevivido. Fox News también se hacía eco de la opinión de los expertos sobre la vinculación de Drugeon con los servicios de París.
La teoría de la conspiración está bien alimentada. Otro informe, con imágenes del senador de Estados Unidos John McCain, dice que el 4 de febrero de 2011 la OTAN organizó en El Cairo una reunión para llevar la ‘primavera árabe’ a Libia y Siria. Además de McCain, estaban presentes, entre otros, Mahmud Jibril, que pasó de número dos de Gadafi a jefe de la oposición, y Bernard-Henry Levy, francés pero tampoco representante oficial. Hay muchas vinculaciones del senador con los grupos terroristas que ahora crucifican cristianos, queman musulmanes y esclavizan mujeres. (www.voltairenet.org)

África y Asia


Boko Haram: comenzó como una secta musulmana que derivó en milicias armadas, a finales de los 90. Lucha contra el Gobierno nigeriano en el noreste del país y su objetivo es establecer un estado islámico radical. Tiene nexos con Al Qaeda y es de los grupos terroristas más activos.

Su actividad armada la constituyen atentados masivos, atentados selectivos contra fuerzas gubernamentales nacionales e internacionales y la destrucción de las minorías cristianas existentes en la zona. Además del secuestro de cristianas, usan el mártir-bomba y los ataques directos contra poblaciones.

Al Shabaab: sus orígenes están en la Unión de Cortes Islámicas (UCI) de Somalia. Reclutaron muchos guerrilleros y convirtieron al país en un Estado fallido, combatiendo en el centro y en el sur. Su objetivo es establecer la ley islámica. Ataca objetivos somalíes y occidentales, además de las fuerzas de la Unión Africana.

Utiliza los atentados masivos, asesinatos selectivos, secuestros, bloqueo de ayuda humanitaria y lucha de guerrillas.

ASIA


Jemaah Islamiyah: organización indonesia nacida a comienzos de los 90. Su intención es crear un estado islámico en todo el Sudeste Asiático. A partir de 1999 inició atentados masivos contra intereses occidentales. Supuestamente, tiene nexos con Al Qaeda.

Abu Sayyaf: grupo separatista filipino, que pretende crear un estado islámico independiente en el sur de Filipinas. Funciona como desde inicios de los 90 y tiene relaciones con la Jemaah Islamiya. Emplea los secuestros, asesinatos selectivos y atentados masivos.

Lashkar-e-Tayyiba: de carácter islamista radical, surgió a mediados de los 90. A partir de entonces ha luchado por la liberación del estado de Kashmir (India), razón por la cual ha realizado diversos atentados masivos y ataques selectivos contra fuerzas indias.

Opera en Paquistán y en la zona fronteriza indo-paquistaní con atentados masivos y asesinatos selectivos

Jaish-e-Mohammed: creado a comienzos de este siglo con el objetivo de unificar Paquistán con la disputada zona de Kashmir, región en conflicto entre India y Paquistán. Opera en Paquistán y, últimamente, Afganistán. Usa como modo de ataque los atentados suicidas contra blancos específicos: gobierno, policía, etc.

Emirato del Cáucaso: Fundado por Doku Umarov, un islamista radical checheno, en 2007. Lucha contra el gobierno de Rusia, a quien acusa de ocupar tierras que deberían estar bajo “poder musulmán”. Opera en la zona norte del Cáucaso mediante atentados masivos.

Es clamorosa la ausencia de grupos como el Frente Al Nusra, la Hermandad Musulmana y Hezbollah de los que hablaremos en un próximo número insertos en su marco geográfico de actuación.


La guerra virtual
Cabe añadir entre las habilidades yihadistas una exquisita comprensión de la guerra de la información. Tienen una capacidad creciente para gestionarla aprovechando los resultados militares. Esos actores se mueven con comodidad en el ciberespacio. Varios veces, grupos armados irregulares han pirateado las cámaras de drones de los EE UU o de Israel. Unos hackers vinculados a Daesh/EI atacaron con éxito el twitter oficial del Mando Central del Pentágono, colocando mensajes yihadistas, publicando datos del personal vinculado a las fuerzas armadas de los EE UU y haciendo alusión a la existencia de un ciber-califato. Un gesto simbólico que suma una declaración de intenciones y de capacidades.

domingo, 10 de julio de 2016

La cultura no es delito.



No es el primer ataque, ni será el último. Una vez más este 8 de Julio la policía ha vuelto a precintar Librería Europa, dueño del editor y librero Pedro Varela Geiss, confiscando miles de libros de un valor incalculable que serán destruidos sin que se indemnice la pérdida monetaria al dueño de la librería. Una vez más los guardianes de lo políticamente correcto, del pensamiento único y de la mediocridad intelectual que gobierna despóticamente en España se ceban con aquellos que buscan iluminar con cultura, aunque sea mediante una tenue luz, la obscuridad en la que se encuentra nuestro país.

No habrán manifestaciones por parte de los autodenominados defensores de la libertad de expresión. Pedro Varela vende libros que son incorrectos, que hacen apología del odio según sus detractores. Pero no existe más odio que el de aquellos que permiten la persecución sistemática de ideas y autores porque no aceptan lo establecido, porque buscan un camino diferente en la vida. El odio es lo que mueve a los que han ordenado el cierre de Librería Europa, el odio a la cultura y al afán por conseguir una formación integra. El odio hacia la investigación científica seria, el uso de fuentes reales y contrastadas frente a la repetición hueca y vacua de dogmas sustentados sobre la nada. El fanatismo que mueve a los comisarios del pensamiento único ha llegado a tal extremo que no sólo han precintado la librería, también han detenido a las dependientas, que solamente estaban ligadas a la librería y al propietario por su trabajo. Junto a las dependientas también han detenido a dos miembros de la Asociación Cultural Ojeda y han registrado el domicilio de Pedro Varela pese a que este se encontraba fuera del mismo.

Pedro Varela es peligroso porque con su titánica labor permite difundir cultura, una cultura disidente y alternativa a la impuesta en España por el sistema liberal-parlamentario. Es peligroso porque los poderosos saben que no hay nada peor que un pueblo disciplinado, organizado y formado que busca conquistar su libertad. Pedro Varela es peligroso porque hace posible que muchos nos hayamos quitado la venda que oprimían nuestros ojos y luchemos por una España nueva donde la verdadera cultura, aquella que nos acerca hacia la libertad, sea la que reine en nuestra Patria.

Por ello desde Junta Sindicalista queremos mostrar nuestra solidaridad con Pedro Varela y los detenidos, así como agradecer a todas aquellas personas, editoriales y asociaciones culturales que contribuyen a fomentar el estudio y la diversidad de pensamiento.


¡LIBERTAD PEDRO VARELA!


¡LA CULTURA NO ES DELITO!